Lucía ha ido con su padre a visitar a su abuelo. Su abuelo vive cerca del mar. A Lucía le encanta pasear por la playa y recoger conchas de la arena. Un día se encuentra una preciosa caracola. Cuando se la acerca al oído oye un rumor y escucha como se forma una palabra. Lucía quiere quedarse con la caracola, pero su abuelo le dice que no debe cogerla, que Sara la está esperando. Sara es una anciana a la que casi todos toman por loca, pero su historia encierra un misterio que pocos conocen y que guarda el secreto de las caracolas. Una novela mágica y llena de matices que narra la relación de una nieta con su abuelo, pero, sobre todo, un misterio que encierra dos historias de amor que nunca van a converger excepto en la pureza de su incondicionalidad.
Lucía ha ido con su padre a visitar a su abuelo. Su abuelo vive cerca del mar. A Lucía le encanta pasear por la playa y recoger conchas de la arena. Un día se encuentra una preciosa caracola. Cuando se la acerca al oído oye un rumor y escucha como se forma una palabra. Lucía quiere quedarse con la caracola, pero su abuelo le dice que no debe cogerla, que Sara la está esperando. Sara es una anciana a la que casi todos toman por loca, pero su historia encierra un misterio que pocos conocen y que guarda el secreto de las caracolas. Una novela... Seguir leyendo
Palabras caracola
Lucía tenía unos ojos de cometa que echaban a volar al menor descuido. Soñaban con el cielo, con la playa, con el gigante del mar que arrastra sus pies por la orilla. Así que el día que Lucía llegó a la playa de las caracolas, el corazón despegó de su pecho lleno de asombro. ¡Había cientos de conchas por todos lados! El mar hacía un ruido de animal dormido. Estaba anocheciendo. Aún no se habían bajado del coche.
—¡Qué bonito, papá! —dijo la niña.
El mar atravesaba la ventanilla con su olor salado y pegajoso.