La guía del joven consumidor verde
Resulta fácil comprender qué es el efecto invernadero si nos ponemos a pensar en los invernaderos de los jardines. Si tienes uno en el tuyo, o si hay uno cerca, prueba a meterte dentro en un día de sol. Siente el sol a través de los cristales. Siéntelo calentar el aire, calentar la tierra y las plantas que crecen en él. El cristal hace dos cosas: deja entrar el sol, e impide que escape el calor. O sea, que el invernadero es una trampa de calor.