Afrontar los problemas, superar pérdidas y adaptarse a los cambios que suceden en la vida, no es tarea fácil. La autora cuenta, con gran realismo, la vida diaria de una familia de clase media. Un relato sobre el crecimiento y la madurez personal contado a través de sencillas anécdotas. Las ilustraciones muestran el lado más cómico de esta protagonista que, sin duda, conquistará al lector. Afrontar los problemas, superar pérdidas y adaptarse a los cambios que suceden en la vida, no es tarea fácil. La autora cuenta, con gran realismo, la vida diaria de una familia de clase media. Un relato sobre el crecimiento y la madurez personal contado a través de sencillas anécdotas. Las ilustraciones muestran el lado más cómico de esta protagonista que, sin duda, conquistará al lector.

¡Viva Ramona!

-¿A qué no sabes qué?- preguntó Ramona Quimby un viernes que su tía Beatriz había ido a cenar y a enseñarles la ropa que se le había comprado para esquiar. La madre, el padre y la hermana mayor de Ramona, Bea, que también se llamaba Beatriz, no le hicieron ni caso y siguieron comiendo. Tiquismiquis, el gato, maulló desde el otro lado de la puerta del sótano, pidiendo que le dieran algo de comer.