En todas las relaciones familiares hay un caballo de batalla al que todos debemos hacer frente: la disciplina y la obediencia de los hijos dentro de unos límites que también tengan en cuenta el respeto a su libertad. Este cuento de Michael Ende ofrece un planteamiento imaginativo y lleno de humor que nos hará reflexionar sobre la necesidad de encontrar un equilibrio entre nuestros criterios y los de nuestros hijos.
En todas las relaciones familiares hay un caballo de batalla al que todos debemos hacer frente: la disciplina y la obediencia de los hijos dentro de unos límites que también tengan en cuenta el respeto a su libertad. Este cuento de Michael Ende ofrece un planteamiento imaginativo y lleno de humor que nos hará reflexionar sobre la necesidad de encontrar un equilibrio entre nuestros criterios y los de nuestros hijos.
El secreto de Lena
Lena era una niña extremadamente amable siempre que sus padres se portaran bien y obedecieran a lo que ella les mandaba. Desgraciadamente, eso ocurría pocas veces. La niña -su verdadero nombre era Elena- decía a su padre: Dame cinco marcos para que me pueda comprar un helado de los grandes. Pero él contestaba:
-No, ya te has comido tres, y con tanto helado te va a doler el estómago.