El día es muy largo, especialmente para los búhos que tienen ganas de dormir, sin embargo, el resto de los animales del bosque tiene la necesidad de vivir al máximo la jornada y comunicarse con el resto, aunque cada uno tenga su propio “idioma”. Pero cae la noche y el protagonista desea saborear el momento...
La historia incita al pequeño lector a descubrir los perfiles de los animalillos especiales que residen en la floresta y los sonidos que emiten: el zumbar de las abejas, el graznar de los cuervos, el piar de los petirrojos, el arrullo de las palomas, y otras muchas onomatopeyas con las que, incluso, pueden practicar el juego mnemotécnico, gracias a su estructura repetitiva y acumulativa. Reedición de una de las obras más famosas de la ilustradora, escritora de libros infantiles y presentadora británica, fallecida en 2017
El día es muy largo, especialmente para los búhos que tienen ganas de dormir, sin embargo, el resto de los animales del bosque tiene la necesidad de vivir al máximo la jornada y comunicarse con el resto, aunque cada uno tenga su propio “idioma”. Pero cae la noche y el protagonista desea saborear el momento...
La historia incita al pequeño lector a descubrir los perfiles de los animalillos especiales que residen en la floresta y los sonidos que emiten: el zumbar de las abejas, el graznar de los cuervos,... Seguir leyendo
¡Buenas noches, búho!
Búho intentaba dormir. Las abejas zumbaban, bzzz, bzzz, y Búho intentaba dormir. La ardilla partía nueces, crac, crac, y Búho intentaba dormir.
Los cuervos graznaban, gra, gra, y Búho intentaba dormir. El pájaro carpintero picoteaba, ¡toctoctoc, toctoctoc! y Búho intentaba dormir.