Desde la tarde en que Marina irrumpió en la fiesta de Iker con su vestido y lápiz labial rojos, Sebastián no ha vuelto a verla. Su banca vacía lo ha inquietado durante una semana, hasta ese lunes en que el director solucionó el misterio. A partir de este momento, Sebastián buscará completar la imagen borrosa que tiene de ella.
Desde la tarde en que Marina irrumpió en la fiesta de Iker con su vestido y lápiz labial rojos, Sebastián no ha vuelto a verla. Su banca vacía lo ha inquietado durante una semana, hasta ese lunes en que el director solucionó el misterio. A partir de este momento, Sebastián buscará completar la imagen borrosa que tiene de ella.
Buenas noches, Laika
Un último lengüetazo de agua y vuelven a sellar la cabina. El mundo se encoge al tamaño de una mirilla. Afuera, continúa la cuenta regresiva: 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0..., el cohete ruge a mil ladridos por hora. Una explosión cilíndrica de hidrógeno ilumina el Cosmódromo. Con el corazón palpitando bajo el peso de la fuerza g, la pequeña cosmonauta asciende más allá de la estratósfera.