En el año 2035 ha desaparecido el papel, los humanos se comunican por móbril, utilizan metrodeslizador y apenas sobreviven un par de bibliotecas. La empresa para la que trabaja Rob trata de localizar los últimos reductos de este material para digitalizar y, posteriormente, destruir los textos que contienen. Pero la relación con un anciano apasionado por la lectura transforma el ideario del protagonista, que descubre el calor de la conversación, el verdadero valor del relato y el poder de las buenas historias en los viejos soportes. Imaginativa distopía que homenajea a los clásicos del género y reivindica la literatura, a la vez que esboza una fina crítica sobre la aparente apatía reinante en la sociedad actual.

En el año 2035 ha desaparecido el papel, los humanos se comunican por móbril, utilizan metrodeslizador y apenas sobreviven un par de bibliotecas. La empresa para la que trabaja Rob trata de localizar los últimos reductos de este material para digitalizar y, posteriormente, destruir los textos que contienen. Pero la relación con un anciano apasionado por la lectura transforma el ideario del protagonista, que descubre el calor de la conversación, el verdadero valor del relato y el poder de las buenas historias en los viejos soportes.... Seguir leyendo