Hay niñas que aún sueñan con ser hadas, pero de las generosas, de las que borran con su varita las partes feas de la vida. Hay canciones infantiles que no pasan de moda, pastores felices a pesar de las madrugadas; burros, gallinas, pajaritos y, por supuesto, niños que entonan retahílas. Poemas y cuentos que nunca cansan y siempre emocionan. Pasan los años y permanece la mirada inconfundible de Gloria Fuertes, porque sus versos son el reflejo de nuestra vida y ayudan a comprender el mundo gracias al filtro mágico de sus emociones. Esas palabras forman parte también del universo de los niños de hoy, que redescubren secretos con la ayuda de un maravilloso catálogo de ilustraciones, rebosantes de magia, sensibilidad y ternura. Palabra e imagen se funden en un irónico y colorido escenario en el que puede pasar de todo, desde aprender nuevas formas para contar los dedos hasta vivir a fondo una tormenta.

Hay niñas que aún sueñan con ser hadas, pero de las generosas, de las que borran con su varita las partes feas de la vida. Hay canciones infantiles que no pasan de moda, pastores felices a pesar de las madrugadas; burros, gallinas, pajaritos y, por supuesto, niños que entonan retahílas. Poemas y cuentos que nunca cansan y siempre emocionan. Pasan los años y permanece la mirada inconfundible de Gloria Fuertes, porque sus versos son el reflejo de nuestra vida y ayudan a comprender el mundo gracias al filtro... Seguir leyendo