Onofre es un joven gris y apocado, un solitario oficinista que busca olvidar las burlas de sus compañeros y su propia mediocridad conectando con el más allá. Pero un terrible asesinato múltiple lo convierte en el centro de atención, en el patético antihéroe que huye de la policía por los tejados. Mucho humor para esta alocada intriga llena de situaciones absurdas y rituales parapsicológicos. Destaca la composición de algunos personajes que desconciertan al fugitivo. La única objeción es el final: el manido recurso del sueño resulta demasiado simplista para tan complejo enredo argumental. Onofre es un joven gris y apocado, un solitario oficinista que busca olvidar las burlas de sus compañeros y su propia mediocridad conectando con el más allá. Pero un terrible asesinato múltiple lo convierte en el centro de atención, en el patético antihéroe que huye de la policía por los tejados. Mucho humor para esta alocada intriga llena de situaciones absurdas y rituales parapsicológicos. Destaca la composición de algunos personajes que desconciertan al fugitivo. La única objeción es el final: el manido recurso del sueño resulta demasiado simplista para tan complejo enredo argumental.

Shhh... esos muertos que se callen

-¡Onofrito, que te quedas frito! ¿Sigues yéndote todas las noches de juerga con tus fantasmas, o qué?
Sebastián, el de la sección segunda, decesos, le palmeó la calva a Onofre al pasar junto a su mesa en dirección a los lavabos.