El equipo de ratones en su pequeña piragua y el equipo de osos en su enorme embarcación se disponen a comenzar una importante carrera, de orilla a orilla del río. Los pequeños roedores se aplican a la tarea desde el momento en el que suena el toque de salida. Los osos, sin embargo, parecen tomárselo con más calma. Tienen fuerza de sobra, por eso pueden detenerse a discutir los detalles... Una bonita y comprensible reflexión sobre la necesidad de esforzarse para ponerse de acuerdo con los demás y para lograr formar equipo. El equipo de ratones en su pequeña piragua y el equipo de osos en su enorme embarcación se disponen a comenzar una importante carrera, de orilla a orilla del río. Los pequeños roedores se aplican a la tarea desde el momento en el que suena el toque de salida. Los osos, sin embargo, parecen tomárselo con más calma. Tienen fuerza de sobra, por eso pueden detenerse a discutir los detalles... Una bonita y comprensible reflexión sobre la necesidad de esforzarse para ponerse de acuerdo con los demás y para lograr formar equipo.

La unión hace la fuerza

Cinco osos salieron con su piragua al río. Había una importante carrera y tenían que remar juntos.
–Ganaremos la carrera –dijo el primero.
–Tenemos los brazos más fuertes –añadió el segundo.
–¡Las patas más fuertes! –exclamó el tercero.
–Los remos más fuertes –dijo el cuarto.
–Y la piragua más fuerte –añadió el quinto.
Al oír esto, todos los animales se desanimaron un poco; todos menos los ratones, quienes dijeron:
–Todo eso es cierto, pero se necesita algo más que fuerza para remar...