Dos viejos conocidos de los cuentos infantiles, el lobo y la oveja, vuelven a unir sus destinos gracias a un giro argumental sorprendente y divertido. El primero, hambriento como siempre, recibe la inesperada visita de una pequeña e indefensa cordera. Su primera intención es comérsela, pero empieza a dudar ante la ternura que le produce. Tendrá que decidir entre disfrutar de una suculenta receta o ayudar a su indefensa y tierna visita. Las ilustraciones reflejan, con sorna, la indecisión del depredador y la inocencia de la visitante con una humorística perfección. La presente edición, en la colección "Pequeñas manitas", supone un acicate para los prelectores ya que, gracias a su formato fácilmente manipulable, permitirá establecer juegos y dinámicas en torno a conceptos como los colores, las formas, los tamaños, los animales...
Dos viejos conocidos de los cuentos infantiles, el lobo y la oveja, vuelven a unir sus destinos gracias a un giro argumental sorprendente y divertido. El primero, hambriento como siempre, recibe la inesperada visita de una pequeña e indefensa cordera. Su primera intención es comérsela, pero empieza a dudar ante la ternura que le produce. Tendrá que decidir entre disfrutar de una suculenta receta o ayudar a su indefensa y tierna visita. Las ilustraciones reflejan, con sorna, la indecisión del depredador y la inocencia de la... Seguir leyendo
La ovejita que vino a cenar
–¡OTRA VEZ sopa de verduras! –se quejó el viejo lobo–. ¡Ojalá tuviera una ovejita! Me prepararía un buen estofado, mi comida favorita… Justo entonces…
¡TOC, TOC! Era una ovejita.
–¿Puedo pasar? –dijo la ovejita.
–Si, querida, pasa, pasa. ¡Llegas justo a tiempo para cenar! –respondió el viejo lobo con tono burlón.