|
La comunidad demanda espacios flexibles, modernos y seguros donde los ciudadanos puedan tener acceso al conocimiento de forma gratuita, con el apoyo de los profesionales. Esto se hace aún más evidente en grupos especialmente vulnerables y para niños y adultos, que obtienen en las bibliotecas un apoyo a su actividad académica. De ello se muestran convencidos los autores de un informe independiente encargado por el Ministerio de Cultura, Medios y Deportes del Reino Unido, elaborado por un panel de especialistas coordinados por William Sieghart.
Las bibliotecas del Reino Unido se encuentran en un momento especialmente vulnerable, con un importante recorte presupuestario en los últimos años, el cierre de un gran número de bibliotecas y el retroceso en su uso por parte de la sociedad, como ha informado recientemente Lectura Lab. El Informe Sieghart propone una serie de acciones encaminadas a modernizar, liderar y apoyar el sistema de bibliotecas del Reino Unido, lo que lo convierte en un trabajo eminentemente práctico.
El Gobierno Central debería proporcionar fondos para que las bibliotecas ofrezcan servicios de acceso Wi-Fi, equipamiento informático y formación en el uso de la tecnología. También debería apoyar el trabajo de las bibliotecas y buscar los cambios legislativos necesarios para establecer un marco seguro en el préstamo de libros electrónicos.
Este informe propone la creación de un grupo de trabajo que actúe como líder a nivel nacional, junto con las autoridades locales. Este grupo, plantea el Informe Sieghart, apoyaría la creación de una red nacional de bibliotecas digitales, daría respuesta a los resultados de los proyectos piloto de préstamo de libros electrónicos, impulsaría y desarrollaría al personal y desarrollaría un manual de buenas prácticas en lo relacionado a quienes trabajan como voluntarios.
No todos están de acuerdo en las medidas propuestas por este informe. El diario The Independent lo califica de «ficción romántica» y le acusa de apartar la mirada de la realidad —de los cierres de bibliotecas y del creciente número de voluntarios que sustituye al personal cualificado— y de utilizar eufemismos para referirse a ella.
Por el contrario, Martyn Wade, presidente de la junta del Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP), lo considera «una hoja de ruta convincente», tal y como recoge The Bookseller.
|
