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El programa Lecer Activo, de la Consejería de Política Social de la Xunta de Galicia, en colaboración con la editorial OQO, fomenta las relaciones intergeneracionales con el proyecto Menores máis Maiores, que une a niños, jóvenes y ancianos en torno a la creación artística, la lectura, la tradición y la tecnología.
En él participan centros escolares y centros de mayores, juntos confeccionan un cortometraje de animación en formato stop-motion a partir del cuento El abuelo de Zulaimar, de Juan Carlos Méndez Guédez, ilustrado por Elsa Klever y editado por el sello pontevedrés en 2015.
La actividad se fragua a través de una dinámica que sigue varios pasos fundamentales: en primer lugar se celebra un encuentro formativo en los centros de enseñanza participantes, con entrega de material (libros y unidades didácticas), y talleres para profesores, de tal manera que se logre su total implicación en el proyecto.
Seguidamente se realiza una sesión similar en los centros de ancianos elegidos. En ella se explica el proyecto, se analizan las necesidades específicas y se selecciona a los participantes.
El primer encuentro entre pequeños y mayores sirve para que se produzca un emotivo intercambio de historias. Los residentes en los centros de mayores narran un cuento tradicional y los niños presentan, por primera vez, la propuesta elegida para convertir en película de animación (el citado libro).
A partir de ahi se producen una serie de sesiones en las que, asesorados por los profesores que previamente han sido formados en tales competencias, ancianos y niños diseñan los personajes y escenarios para comenzar a rodar.
Lo realmente importante de esta experiencia, por encima del resultado final, que además es altamente atractivo, son las complicidades que se establecen entre ambos grupos, un proceso que se puede apreciar en el "making off" que se ofrece en este vídeo.
Cómo se hizo "O avó de Zulaimar". MENORES MÁIS MAIORES from OQO on Vimeo.
La directora del CEIP Apóstolo Santiago (Santiago de Compostela, La Coruña), uno de los centros participantes, señalaba en la web oficial del proyecto sus impresiones tras llegar a la conclusión del mismo:
"Esta experiencia fue muy enriquecedora para los niños. Les ayuda a ampliar su entorno a través de un trabajo experimental y descubren que tienen muchas más cosas en común de ellos podría pensar en las personas de edad muy diferentes a ellos, para que puedan entender y trabajar juntos. Los niños y mayores que participaron en esta actividad son, por las dos bandas, muy activos y curiosos, y tienen aficiones e intereses comunes, como el trabajo en equipo. Nos gustaría, ahora sólo esta experiencia, continúa para tratar con ellos. Hemos ido a la residencia, ahora están invitados a visitarnos a la escuela y así seguimos trabajando juntos"
Sin duda una actividad inspiradora que merece nuevas ediciones y que puede ser perfectamente replicada en otros espacios, lo que redundaría en nuevas colaboraciones entre editoriales, centros escolares y residencias de ancianos.
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