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La Asociación de Bibliotecarios Valencianos nació en 1991 y reune a distintos colectivos bibliotecarios y profesionales del ámbito de la información y de la documentación de esta comunidad autónoma.
Desde el año 1993 mantiene su compromiso con los Premios Samaruc de Literatura Infantil y Juvenil, que se entregan cada año junto a los Premios Bibliotecario de Honor y Bibliotecario del Año. Para esta ocasión especial, la entidad organizó una mesa redonda durante la pasada semana, en vísperas de la entrega de los mismos que tendrá lugar a principios de junio.
Estos galardones, que carecen de dotación económica, reconocen las mejores obras de este subsector escritas en valenciano, tras una selección realizada por el jurado, compuesto por tres bibliotecarios, un maestro y un escritor.
Durante la última edición los ganadores fueron Manel Àlamo con A boca de canó (en la categoría juvenil) y Vicent Sanhermelando, con Ximo Potter i el col-leccionista de móbils (en la sección infantil). Anteriormente se han alzado con el premio autores como Carles Cano, Lucía Arenas, Gemma Pasqual, Paco Mompó o Pep Castellano.
Por su parte, el Premio Bibliotecario de Honor se entrega desde el año 1998 y ensalza a un individuo o entidad por su labor y compromiso en el campo del fomento de la lectura y del uso de las bibliotecas. En 2002 se unió la categoría de Bibliotecario del Año, que reconoce el trabajo de un profesional concreto a lo largo del curso escolar.
Esta asociación también ha sido la artífice de la ong Bibliotecarios sin fronteras, que colabora en la construcción o reconstrucción de bibliotecas en países afectados por conflictos bélicos o condiciones socioeconómicas complicadas, y de la creación del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunidad Valenciana ( COBDVC).
[Fuente: ABV Imágenes: Jamie Taylor y Redd Angelo CC]
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