Venezuela cuenta con un tejido de instituciones culturales que han consolidado su actividad tras resistir todo tipo de envites en los últimos años (robos, incendios...) Entre ellas, una de las más prestigiosas y respetadas es el Banco del Libro, entidad hermanada con Canal Lector, y dirigida con tesón por tres grandes mujeres: María Beatriz Medina (directora), Olga González (coordinadora de proyectos) y Gladys Lobo (administración de los recursos financieros).
Junto a ellas una legión de colaboradores entre los que destaca el comité de evaluación de los mejores libros para niños y jóvenes, responsable en gran medida de la excelente selección que realizan habitualmente, los compañeros de la editorial Ekaré o los llamados comelibros, jóvenes que también contribuyen con sus valoraciones lectoras a ofrecer un catálogo de propuestas de calidad.
En el año 2007 se convirtieron en el primer organismo en ser reconocido con el Premio de literatura infantil y juvenil Astrid Lindgren, posiblemente el más prestigioso de este subsector. Aparte del aval que supuso este reconocimiento, la dotación económica del mismo garantizó la subsistencia de esta entidad durante unos años.
Años más tarde, en 2012, recibieron el Premio Unesco-Hamdan bin Rashid Al-Maktoum que destaca los avances en formación docente. Ambos galardones se convirtieron en el principal incentivo y en un apoyo que les ha permitido acudir a eventos tan importantes como la Feria del Libro de Bogotá, donde exhiben un completo catálogo de títulos nacidos en Venezuela e importan material para hacer más atractiva aún la oferta en su local, un espacio por el que pasan semanalmente cientos de niños y jóvenes para participar en todo tipo de actividades.
Aparte de estas iniciativas, Banco del Libro imparte talleres por toda la geografía y colabora puntualmente con Canal Lector enviando algunas reseñas de obras comercializadas en el mercado americano.
En declaraciones al diario digital RunRun, María Beatriz señala que el proyecto siguió el modelo utilizado para crear Fundalectura en Colombia, y que se inspiró en el trabajo de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez a través de las conversaciones con Antonio Basanta, hoy vicepresidente de esta entidad.
Beatriz ha logrado grandes acuerdos que han permitido la viabilidad de la empresa en tiempos confusos, como el que alcanzó con la empresa española Movistar gracias a la cual hoy los jóvenes y niños disfrutan de ocho ordenadores. También con otras entidades como la Agencia de Cooperación Iberoamericana, el IBBY, empresas japonesas...
Su nominación al Premio de Alfabetización de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en 2018 supone un nuevo hito en la trayectoria de este equipo de tenaces emprendedoras.
La Biblioteca del Congreso ejerce como Biblioteca Nacional de Estados Unidos, promoviendo la lectura y, especialmente, la literatura norteamericana a través de numerosos proyectos como el American Folklife Center, American Memory, el Center for the Book, y el United States Poet Laureate.
Es también el sitio oficial de investigación para el Congreso de los Estados Unidos. La Biblioteca está organizada en veintinueve salas de lectura, entre las que se encuentra la Sala Hispánica de Lectura, creada en 1939 y llamada así en honor a la influyente Sociedad Hispánica de América.
Entre los premios que otorgan se encuentran el Living Legends (reconoce a artistas, escritores, activistas, cineastas, médicos, figuras del deporte o servidores públicos que han hecho importantes contribuciones al patrimonio cultural, científico y social de los EEUU); Poet Laureate (ensalza la labor de un poeta nacional); John W. Kluge Prize (premia la labor de toda una vida en distintas disciplinas y está a nivel financiero de los Nobel); Gershwin Prize (honra a aquellos artistas que llevan toda una vida contribuyendo a enriquecer la música popular, este año lo ha obtenido el crooner Tony Benett); Library of Congress Fiction (para escritores de ficción) y el National Ambassador for Young People´s Literature (sirve para concienciar a nivel nacional sobre la importancia de la literatura para jóvenes)
La categoría en la que está nominado el Banco del Libro, Library of Congress Literacy Awards, se creó como un programa permanente para ayudar a apoyar a las organizaciones que trabajan para aliviar los problemas de analfabetismo, tanto en los Estados Unidos como a nivel mundial.
Reconocen a las organizaciones que llevan a cabo un trabajo ejemplar, innovador y fácilmente replicable durante un periodo prolongado, alentando a nuevos grupos, organizaciones y personas a involucrarse en su tarea.
¡Mucha suerte para nuestras amigas venezolanas!
Puedes conocer más detalles sobre estos premios así como las últimas instituciones y personas que se han alzado con ellos en este enlace.
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