Partiendo el tópico de la magia de la lectura, el autor construye este mosaico de historias protagonizadas por los alumnos de un colegio en el que se instala un peculiar bibliobús durante unos días. Con excepción del primer y último capítulo, donde se enmarca la historia, el resto relata la experiencia de lectura de sus protagonistas con un alto componente mágico provocado por unos duendecillos traviesos que habitan en los libros y que son capaces de llevar las historias más allá de sus páginas.
Partiendo el tópico de la magia de la lectura, el autor construye este mosaico de historias protagonizadas por los alumnos de un colegio en el que se instala un peculiar bibliobús durante unos días. Con excepción del primer y último capítulo, donde se enmarca la historia, el resto relata la experiencia de lectura de sus protagonistas con un alto componente mágico provocado por unos duendecillos traviesos que habitan en los libros y que son capaces de llevar las historias más allá de sus páginas.
El bibliobús mágico
Los niños estaban impacientes. Se agitaban inquietos en sus asientos. Solo quedaban cinco minutos para que terminase la clase de Lengua de don Ramón y sonase el timbre que anunciaba el inicio del recreo. Don Pedro, el director de aquel pequeño colegio rodeado de montañas, les había dicho al comienzo de la mañana:
—Hoy será un lunes muy especial. Un bibliobús se instalará en el patio.