Si quieres aprender a dibujar una vaca, en este libro encontrarás dos métodos para conseguirlo, con dos resultados diferentes e inesperados. Un álbum original, divertido, con gran sentido del humor y un sorprendente final. Las ilustraciones a lápiz, en ocasiones coloreadas con pintura verde, se asemejan a los dibujos infantiles. La autora y el ilustrador consiguen crear una obra que divertirá y motivará a los lectores, infantiles ¡y adultos!, que tengan la suerte de acercarse a ella. Un bello trabajo, que trasmite una gran creatividad e imaginación.

Un delicioso álbum que hará reír a más de un lector por el planteamiento y desarrollo de la historia. Una vaca ha cruzado la línea que separa el campo de la ciudad, lo descubrimos al ver  las guardas del principio. Todos los acontecimientos posteriores que irán sucediendo en la ciudad tendrán como protagonista a la vaca aunque de forma fortuita. Es gracias a ella el que unos albañiles se puedan salvar o que unos ladrones no roben...pero también que a algunos les tomen por chalados. Acabará tal y como había empezado, cruzando la vaca la línea que separa la ciudad del campo pero esta vez  para regresar a su pradera, en las guardas del final. Todos los acontecimientos están marcados por las distintas horas del día en que ocurre la acción.

Teresita, la vaca del abuelo, desaparece un día sin dejar rastro. Más que la falta de la leche lo que acongoja al abuelo y a su sobrino es la ausencia de la apreciada Teresita. El rancho en el que viven se cubre de tristeza y de angustia, de incertidumbre sobre su salud y paradero. Los hombres de granjas aledañas ayudan a buscarla infructuosamente. De repente, tal como desapareció, Teresita hará una reaparición memorable y sorpresiva. En medio de la alegría por el reencuentro, se cuela la importancia de quienes tenemos cerca, del cariño y de la compañía.

Original, divertida, atrevida... Una historia para empezar a contar, terminar y ¡volver a empezar! Un cuento sin fin, que cautivará y sorprenderá al lector. Una invitación a soñar, participar, crear, reír e imaginar. Un álbum que bien pudiera convertirse en una leyenda, una poesía, un cuento, un suceso, un dicho, un relato o una odisea.

Álbum ilustrado sobre la importancia de los afectos y la amistad. La protagonista es una vaca que, en un momento de su vida, se encuentra triste y apática. Sus amigos, los animales de la granja, intentan consolarla y descubrir cuáles son los motivos de su melancolía. Destacan las ilustraciones, en collage y con tonos cálidos, cargadas de detalles que humanizan y dan más expresividad a los animales.

La vaca despierta en el campo. Algo perezosa comienza el día. A su alrededor el molino ya está girando, el tren pasa junto al camino, y el resto de animales empiezan la jornada junto a ella. En la tranquilidad de la naturaleza van pasando las horas, y poco a poco, los colores del día van dejando paso a los colores de la noche. Es el momento de descansar. Con versos libres y breves, María Rosa Mó, ha transformado un cuento en un poemario. Nos muestra cómo es el mundo visto por una vaca. Utiliza diferentes recursos literarios, como los encabalgamientos y las metáforas, que proporcionarán diversas interpretaciones y lecturas. Algo que sorprenderá a los pequeños lectores. El texto se acompaña de las ilustraciones de Antonia Santolaya, que resaltan el hilo poético y ayudan a la comprensión lectora. Sus dibujos nos muestran a una tierna vaca en el entorno bucólico donde vive.

Una aventura cotidiana más de la increíble vaca Josefina. En esta ocasión no consigue conciliar el sueño, y después de probar sin resultado los remedios habituales para estos casos, concluye que su problema se debe a que duerme sola. El humor y unas ilustraciones coloristas y chispeantes sirven de apoyo para desarrollar esta divertida historia.

Cuento orientado a primeros lectores trata temas como las estaciones del año, la llegada del otoño, la amistad, la ayuda y la colaboración. Además, el elemento mágico siempre está presente, en forma de capa que se pone la vaca para poder volar y así poder llevar el otoño a los campos. Una simpática manera de humanizar la llegada de esta estación y explicarla desde del punto de vista de la fantasía literaria. Al final del libro aparecen una serie de sencillas actividades para que el lector afiance los conocimientos adquiridos en la lectura.

Álbum que cuenta la disparatada aventura de un hombre que pretende transportar en la baca de su coche una gran cantidad de objetos y animales: una vaca en una hamaca, una cabra, una maceta de albahaca, etc. De esta guisa emprende un azaroso viaje para visitar a su abuela enferma. Una propuesta que combina juegos de palabras y trabalenguas con simpáticas ilustraciones para construir una historia de humor que deleitará a pequeños y mayores.

Una historia espléndida por su hilarante fantasía, su inocencia próxima al más puro absurdo y por el ejemplo nada condescendiente ni moralizante de solidaridad que ofrecen las gallinas a la vaca protagonista, ¡aunque no sea de su misma especie! Las expresivas ilustraciones humorísticas de Ayto dotan al texto de una fuerza descriptiva conmovedora y a la vez desternillante.

Un cambio de roles entre los dos miembros del matrimonio de esta historia hace ver al lector que todos los trabajos son más o menos parecidos. Cada trabajo requiere práctica y experiencia. Jacinto, el protagonista del relato, acaba haciendo el trabajo de su mujer, pero termina cubierto de hollín y con la cabeza cubierta de avena. Fracasa continuamente en todas las tareas domésticas. En el libro se juega con la tipografía del texto para enfatizar los diálogos, y las ilustraciones nos ofrecen diferentes planos y perspectivas de lo acontecido en la historia.

Adaptación de una leyenda eritrea que muestra al pequeño lector el valor de la inteligencia frente a la fuerza y la prepotencia. Siguiendo la estructura de los cuentos tradicionales y apoyándose en unas ilustraciones de corte naif, la historia nos relata un desafío entre los dos animales en el que logra imponerse el más pequeño gracias a su talento y gran desparpajo.

La historia nace de distintas leyendas de la Costa da Morte gallega sobre ciudades sumergidas. A partir de materiales legendarios surge esta aventura fantástica con protagonista niño, a lo largo de la cual se presenta el mundo subterráneo, los personajes que lo pueblan y sus costumbres. Pero todo no es paz y la especulación y la codicia amenaza la continuidad de la vida en este mundo oculto. Un interesante relato de tiempo indefinido que mezcla fantasía y realidad. Un texto bien construido y una trama amena e interesante.

Es un álbum infantil pero no es para los más pequeños. Para leer y disfrutar de este texto hace falta un lector agudo y con sentido del humor. A pesar de la aparente sencillez de su planteamiento, el libro es un juego visual lleno de guiños que incita a sonreír, a pasar con deleite las páginas, a gozar de la musicalidad de sus palabras. Un libro para lectores inteligentes.

Un día, “la vaca que ríe”, comentó que no hay en este mundo una cosa más tonta que una vaca tonta. Desde entonces Mo, nuestra vaca protagonista, ha intentado demostrar que ella tiene una gran vida interior y ni un pelo de tonta. ¡Ni uno! Curioso punto de partida para una historia. Sorprende la visión del mundo que tiene una vaca, más aún si Atxaga nos transcribe sus recuerdos. Mo es una vaca reflexiva, divertida, tierna incluso, que tolera como puede a su pesado ángel de la guarda. Envejece y, para no caer en el olvido, decide escribir sus memorias: una peculiar visión del mundo rural vasco en los años 40.
Atxaga nos regala un hermoso y extraño relato donde personajes e ideas se desenvuelven con autonomía. Una curiosa monja, una voz interior o la vache qui rit, famosa pensadora francesa, son los principales personajes que marcan una vida vacuna intensa y racional.

En ocasiones los niños se sienten rechazados por diversos motivos. Llevar gafas, tener exceso de peso o hablar con acento extranjero, entre otras circunstancias externas, pueden provocar el alejamiento de los demás. Esta historia nos cuenta, con gran sentido del humor y unas ilustraciones llenas de chispa, que la verdadera seña de identidad de los seres humanos es que afortunadamente somos diferentes unos de otros.