Tristán está en plena metamorfosis. Tal vez no es tan impactante como la de Gregorio Samsa ni tan traumática como la de Josh Baskin en Big, pero su historia comparte estantería con otros grandes hitos de la cultura popular del siglo XX. Una buena mañana descubre que ha empezado a encoger. Como todos los niños, intenta compartir sus preocupaciones con los mayores pero nadie parece concederle la importancia que merece su problema. La evolución parece positiva pero, ¿habrá solución? La amistad de los dos autores se forjó gracias a este mágico relato que, con el paso del tiempo, ha servido de referente a otros grandes creadores. El desasosiego y la oscura elegancia que caracterizan las ilustraciones de Gorey alcanzan aquí plenitud, en una sucesión de pequeños lienzos a plumilla que constituyen un pequeño museo en tinta china. Una joya para disfrutar y descubrir a las nuevas generaciones de lectores. 

Tristán está en plena metamorfosis. Tal vez no es tan impactante como la de Gregorio Samsa ni tan traumática como la de Josh Baskin en Big, pero su historia comparte estantería con otros grandes hitos de la cultura popular del siglo XX. Una buena mañana descubre que ha empezado a encoger. Como todos los niños, intenta compartir sus preocupaciones con los mayores pero nadie parece concederle la importancia que merece su problema. La evolución parece positiva pero, ¿habrá solución?... Seguir leyendo