Federico García Lorca, el hombre, el poeta, el icono de toda una generación de talentosos artistas, retratado en los días felices en los que compartió confesiones, aventuras y proyectos con otros genios en la Residencia de Estudiantes de Madrid. La personalidad del escritor solo puede ser fielmente dibujada a través del filtro inocente de la infancia. Perfilamos al personaje y su obra gracias a los mágicos recuerdos de una niña, un personaje peculiar y sensible, como el propio Federico, que Rosa Huertas utiliza como eje vertebrador para conocer muy de cerca los sentimientos del granadino. La autora es fiel a su estilo y reivindica una vez más el patrimonio de los clásicos,  al vez que retrata el ambiente de la capital en aquellos años fugaces y aporta numerosas revelaciones, fruto de un largo proceso de investigación, que cristalizan en un bello relato que puede despertar o reforzar en el lector la curiosidad por conocer, al mismo tiempo que el amor profundo por la poesía, género del que realiza una apasionada y virtuosa defensa, estructurado en breves capítulos de gran belleza estilística. 

Federico García Lorca, el hombre, el poeta, el icono de toda una generación de talentosos artistas, retratado en los días felices en los que compartió confesiones, aventuras y proyectos con otros genios en la Residencia de Estudiantes de Madrid. La personalidad del escritor solo puede ser fielmente dibujada a través del filtro inocente de la infancia. Perfilamos al personaje y su obra gracias a los mágicos recuerdos de una niña, un personaje peculiar y sensible, como el propio Federico, que Rosa Huertas utiliza como eje vertebrador para... Seguir leyendo