Desde muy pequeña Imelda ha gozado de total impunidad ante determinados comportamientos poco recomendables. Es el ojito derecho de sus padres, el centro de todas las atenciones y sus deseos son órdenes. Los peluches y juguetes que están a su cargo deben soportar episodios de mal humor y actitudes difícilmente tolerables. Ante esta situación el muñeco preferido de la niña decide fugarse. Para paliar el genio de la pequeña la familia decide comprar un conejo de verdad, el animal -que toma seriamente cartas en el asunto-; plantea una reflexión sobre la educación que está recibiendo la protagonista pero, ¿cómo reaccionarán sus más fieles protectores? La fábula esboza con mucho humor la necesidad de analizar determinadas conductas en familia, pautas que no ayudan a generar dinámicas respetuosas y totalmente necesarias para la convivencia. Al mismo tiempo, el final abierto permite seguir explorando soluciones. Ideal para leer en compañía y realizar un proceso de análisis posterior en tono lúdico. Tanto el texto como las simpáticas y coloristas ilustraciones son obra de la autora británica (discípula de Quentin Blake) Emma Chichester Clark.

Desde muy pequeña Imelda ha gozado de total impunidad ante determinados comportamientos poco recomendables. Es el ojito derecho de sus padres, el centro de todas las atenciones y sus deseos son órdenes. Los peluches y juguetes que están a su cargo deben soportar episodios de mal humor y actitudes difícilmente tolerables. Ante esta situación el muñeco preferido de la niña decide fugarse. Para paliar el genio de la pequeña la familia decide comprar un conejo de verdad, el animal -que toma... Seguir leyendo