Torpón y un tanto caótico desde sus primeros compases, el pollito que ha brotado del huevo número trece no estaba previsto. Nace, pues, condicionado a una vida destinada a emigrar y auspiciado por el apoyo del sabio Calisto. Bajo la apariencia de una apacible fábula, escrita por la autora italiana a mediados del siglo XX, se oculta una metáfora antifascista (su casa siempre fue un punto de referencia en la lucha contra il Duce y obtuvo la medalla de plata al valor militar al final de la Segunda Guerra Mundial); protagonizada por Sebastián. En esa travesía iniciática (y circular) a la búsqueda de su propia identidad se enfrentará a situaciones tan insólitas como sorprendentes y mostrará el verdadero valor de la amistad, estableciendo relaciones insólitas y conociendo a semejantes de variado pelaje: unos incomprensibles a sus ojos e incluso malvados; otros demasiado dóciles, pero también simpáticos e ingeniosos. A través de ese catálogo de personajes, trazado de forma inteligente por la profesora y periodista, se plantean dudas habituales en la infancia y primera adolescencia a la par que se apuesta por una optimista visión de la vida, basada en la autoconfianza, el apoyo de los amigos y la huida de la rutina para escapar del peligroso tedio. Está considerado todo un clásico de la literatura infantil y juvenil italiana y ha envejecido con notable salud, algo a lo que contribuye la nueva y acertada traducción.

Torpón y un tanto caótico desde sus primeros compases, el pollito que ha brotado del huevo número trece no estaba previsto. Nace, pues, condicionado a una vida destinada a emigrar y auspiciado por el apoyo del sabio Calisto. Bajo la apariencia de una apacible fábula, escrita por la autora italiana a mediados del siglo XX, se oculta una metáfora antifascista (su casa siempre fue un punto de referencia en la lucha contra il Duce y obtuvo la medalla de plata al valor militar al final de la Segunda Guerra Mundial);... Seguir leyendo