Más de 50 niños y niñas aparecen en el libro, y para cada uno de ellos encontramos un relato que nos habla de sus gustos, aficiones y amistades… El texto, mínimo, deja sitio a la imaginación del lector. El autor juega con la caligrafía, los tamaños y las posiciones de las palabras para elaborar una propuesta en la que aparecen textos que son imágenes, páginas que hay que descifrar con un espejo, o párrafos que se leen dando la vuelta al libro. Las imágenes, en blanco y negro, refuerzan el tono humorístico del libro. Más de 50 niños y niñas aparecen en el libro, y para cada uno de ellos encontramos un relato que nos habla de sus gustos, aficiones y amistades… El texto, mínimo, deja sitio a la imaginación del lector. El autor juega con la caligrafía, los tamaños y las posiciones de las palabras para elaborar una propuesta en la que aparecen textos que son imágenes, páginas que hay que descifrar con un espejo, o párrafos que se leen dando la vuelta al libro. Las imágenes, en blanco y negro, refuerzan el tono humorístico del libro.

En el mar de la imaginación

Cuando eres un niño estás sumergido en el mar de la imaginación. Unas veces rozas el fondo marino mientras nadas, otras buceas alrededor de los peces y las ballenas, pero, la mayor parte del tiempo, simplemente te dejas llevar por la corriente.