Una de las mayores aficiones de Andersen era viajar. Y España era uno de sus objetivos, un sueño, desde que, cuando aún era niño, entró en contacto con los soldados españoles destacados en Odense durante las guerras napoleónicas. El viaje que realizó en 1862 por varias regiones españoles fue para él un gran descubrimiento. Sus impresiones, que son un valioso testimonio sobre las costumbres y la vida cotidiana de la España de la época, se recogen en este libro de prosa ágil y amena lectura, y de indudable valor histórico. La edición se acompaña con grabados de época. Una de las mayores aficiones de Andersen era viajar. Y España era uno de sus objetivos, un sueño, desde que, cuando aún era niño, entró en contacto con los soldados españoles destacados en Odense durante las guerras napoleónicas. El viaje que realizó en 1862 por varias regiones españoles fue para él un gran descubrimiento. Sus impresiones, que son un valioso testimonio sobre las costumbres y la vida cotidiana de la España de la época, se recogen en este libro de prosa ágil y amena lectura, y de indudable valor histórico. La edición se acompaña con grabados de época.

Viaje por España

Cuando se inauguró el ferrocarril en Europa, la gente puso el grito en el cielo. ¡Ya se había acabado el viejo y hermoso modo de viajar! ¡La poesía de viajar se esfumaba, la magia se perdía! Sin embargo, precisamente entonces comenzaba la magia. Ahora volamos con alas de vapor, ante nuestros ojos y en torno a nosotros se sucede un cuadro tras otro en rica variedad; como manojos nos van arrojando aquí un pueblo, aquí un bosque, aquí montañas y valles. Podemos bajar a deleitarnos con la belleza del paisaje, pasar rápidamente lo aburrido, con la velocidad del pájaro alcanzar nuestro destino; ¿no es esto magia?