La poetisa argentina nos regala en esta obra un conjunto de poemas que dibujan un mundo loco, fresco y divertido. Sus versos tienen ritmo y color, muchas veces cercanos a nuestras canciones de infancia. En unos juega con ripios y otros tienen rimas más sutiles, todos muy apropiados para leer en voz alta, para cantar y para compartir. En el libro se dan cita todo tipo de personajes y situaciones: desde ranas a brujos, hay tranvías y cisnes que ladran, canciones para el correo y para la Navidad. Algunos poemas, como el que da título al libro, nos suenan familiares de escucharlos en la voz de la cantante Rosa León.

La poetisa argentina nos regala en esta obra un conjunto de poemas que dibujan un mundo loco, fresco y divertido. Sus versos tienen ritmo y color, muchas veces cercanos a nuestras canciones de infancia. En unos juega con ripios y otros tienen rimas más sutiles, todos muy apropiados para leer en voz alta, para cantar y para compartir. En el libro se dan cita todo tipo de personajes y situaciones: desde ranas a brujos, hay tranvías y cisnes que ladran, canciones para el correo y para la Navidad. Algunos poemas, como el que da título al libro, nos suenan familiares de... Seguir leyendo