Una de las claves del éxito de la historietas de Get Fuzzy es el hilarante humor con el que Conley «hiperboliza» los comportamientos de los perros y gatos domésticos. Para dotar a su trabajo de efectividad, crea unos diálogos muy fluidos entre sus personajes y así desarrolla todos los matices de su personalidad, con lo que los hace más cercanos y creíbles. El lector visualiza con tanta nitidez a las mascotas que llega a sentir su cercanía casi física. Satchel es tan inocente y miedoso que nos recuerda a esos familiares o amigos a los que calificamos de tiernos bobalicones. ¿¡Y qué decir de Bucky!? ¿No encarna la frialdad y perfidia de algunos de nuestros conciudadanos? Una de las claves del éxito de la historietas de Get Fuzzy es el hilarante humor con el que Conley «hiperboliza» los comportamientos de los perros y gatos domésticos. Para dotar a su trabajo de efectividad, crea unos diálogos muy fluidos entre sus personajes y así desarrolla todos los matices de su personalidad, con lo que los hace más cercanos y creíbles. El lector visualiza con tanta nitidez a las mascotas que llega a sentir su cercanía casi física. Satchel es tan inocente y miedoso que nos recuerda a esos familiares o amigos a los que calificamos de tiernos bobalicones. ¿¡Y qué decir de... Seguir leyendo

The Get Fuzzy experience. Are you bucksperienced?

No volveremos a hablar de este supuesto «pudding instantáneo».
Trato hecho.
¿Puedo bajar un poco la calefacción?
Claro, como quieras.
Este Satchel es un «perrito caliente». Sí, es un auténtico «piro perro».... Podrías decir que es un «chucho chamus...»
Ya lo he pillado.
Ahora Hace frío. Voy a volver a subir la calefacción, ¿vale?
Sí, vale.
Bufff. «Mujeres», ¿eh?
...Qué?... Satchel no es una «mujer», Bucky.
Tranquilo, Robbo, hace mucho que me di cuenta.
Sí, necesitas una moqueta nueva... ¿Cómo la quieres?
Me gusta peluda.
¡Di que sí, machote!
¡Compórtate!
¿Por qué siempre dice lo mismo cuando digo eso?