El prestigioso diseñador gráfico japonés Katsumi Komagata desarrolló dos talleres en la Nube de Casa del Lector: uno para profesionales y otro para familias, durante el pasado mes de febrero.
El planteamiento de la sesión dirigida a familias fue Elige un color entre nueve papeles de colores y úsalo hasta que la magia funcione. Durante esta actividad los niños compartieron con sus mayores el pensamiento gráfico de Komagata para profundizar con el manejo de los lenguajes analógicos. Este taller se inserta en la línea de trabajo que sigue la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en su centro de Matadero Madrid: integración de las destrezas manuales y verbales para la narración desde las primeras edades con herramientas multimedia y dinámicas digitales.
Komagata aplica una concepción muy innovadora a los materiales tradicionales, buscando activar el manejo cuidadoso de la fragilidad y la delicadeza para los más pequeños.
En el taller para profesionales la dinámica fue paralela a la anterior, pero tratando de convertir a los mediadores de la lectura en dinamizadores de la creatividad. En este caso se puso en funcionamiento un juego cruzado de creaciones visuales en el que se trabajaba partiendo de las ideas propias para finalizar dando forma y significados a las ideas planteadas por otros participantes.
Esta intervención se integra en el proceso experimental, que la FGSR está impulsando durante 2018 en su centro de Madrid, dirigido a recorrer nuevos caminos en el diseño de experiencias de lectura y escritura, basadas en dinámicas físicas y digitales.
Según señalaba Komagata en la conversación con el equipo de especialistas de FGSR, `es importante que los niños aprendan a tratar con cuidado lo frágil y, por eso, tiene sentido que empiecen a trabajar con el papel antes de jugar con lo digital’.
Katsumi Komagata nació en 1953 en Shizuoka (Japón). Tras desempeñar labores de asistente del artista Kazusama Nagai durante varios años, se trasladó a EEUU para colaborar en la CBS a finales de los 70. En 1981 obtuvo su primer gran reconocimiento con la concesión de la Medalla de Plata del Club de Directores Artísticos de Nueva York.
En 1983 regresó a Japón para trabajar en el mundo de la moda, además de en algunas revistas vinculadas a la fotografía. Años más tarde fundó su propio estudio gráfico, One Stroke, que a comienzos de 1990 también convirtió en editorial a través de la cual publica sus creaciones.
Fue el nacimiento de su hija el punto de inflexión para que comenzase a diseñar libros para niños, a comienzos de la década de los 90. Desde entonces se ha convertido en una de las voces más originales del panorama artístico nipón, publicando sus obras en países como Francia, Portugal, Italia, Suiza, Corea, Estados Unidos, España...
Su obra ha sido expuesta en diversos países y celebra, de forma esporádica, algunos talleres exclusivos de creación artística y literaria por todo el mundo.
Una trayectoria admirable que ha sido reconocida con prestigiosos premios como dos Menciones Especiales de la Feria Internacional de Bolonia en sus ediciones de 2000 y 2010, el Good Design Award por su trabajo como diseñador del departamento de Pediatría del nuevo hospital de Kyushu en Japón o la máxima distinción del concurso al Libro francés más bello en 2009 con su obra Petit Arbre, entre muchos otros.
Desde hace unos años colabora con la asociación Les doigts qui rêvent para niños con discapacidad visual.
