El trabajo que ha realizado Clara Encinas para ilustrar esta conmovedora historia, un testimonio dramático aunque se hilvane desde la mirada infantil, es realmente impactante. La colección de imágenes hiperrealistas capturan el clima, un tanto errante y vagabundo, que reina en el hogar de la familia protagonista. Un clan en el que los animales y la propia naturaleza forman parte activa del día a día. Ante la enfermedad de la madre, la narradora comparte sus reflexiones e incomprensiones con las que trata de analizar, de forma particular, los sentimientos y desengaños que vive. La imaginación, pero también la amargura, quedan reflejadas a través de la elegante pluma de Consuelo Vercher, que debuta en la literatura infantil y juvenil hablando sin tapujos de la pérdida de un ser querido con el apoyo impactante que tributan los dibujos elaborados con grafito y leves toques de color, un recurso para intensificar las emociones y la belleza que destilan algunos pasajes de esta obra. 

El trabajo que ha realizado Clara Encinas para ilustrar esta conmovedora historia, un testimonio dramático aunque se hilvane desde la mirada infantil, es realmente impactante. La colección de imágenes hiperrealistas capturan el clima, un tanto errante y vagabundo, que reina en el hogar de la familia protagonista. Un clan en el que los animales y la propia naturaleza forman parte activa del día a día. Ante la enfermedad de la madre, la narradora comparte sus reflexiones e incomprensiones con las que trata de analizar, de... Seguir leyendo