Cuando María y Manu decidieron fijar su residencia en un pueblo perdido en la campiña francesa, El Rabanillo, creían que habían tomado la mejor decisión de su vida. Paz, naturaleza, silencio, alejados del tráfico, del caos urbano, cerca de los paisajes perfectos, de los olores, colores y sabores auténticos. Pero los problemas aparecerán cuando descubran la cara oculta de esta nueva vida: la inadaptación de su gato, las rarezas de su casero, el señor Braulio, y los estrambóticos personajes que habitan en los alrededores de la casa, como Morticia, una bruja retirada. Un nuevo estilo de vida que sorprenderá y divertirá a los amigos que acuden a visitar a la pareja.  Para un urbanita convencido y amante de las nuevas tecnologías, pasar del bullicio ciudadano a la pacífica vida campestre supone una experiencia a veces positiva y otras no tanto. Manu Larcenet trata de plasmarlo en este conjunto de historias independientes, editadas en tres tomos, siempre a través de un humor caricaturesco plasmado a través de una particular concepción de la «línea clara», cada día con más seguidores. La historia, en su mayor parte autobiográfica, está plagada de gags en los que reconoceremos muchas situaciones de la vida cotidiana. Contada mediante un guión ágil y divertido, consigue dibujar una sonrisa casi permanente en nuestros labios.

Cuando María y Manu decidieron fijar su residencia en un pueblo perdido en la campiña francesa, El Rabanillo, creían que habían tomado la mejor decisión de su vida. Paz, naturaleza, silencio, alejados del tráfico, del caos urbano, cerca de los paisajes perfectos, de los olores, colores y sabores auténticos. Pero los problemas aparecerán cuando descubran la cara oculta de esta nueva vida: la inadaptación de su gato, las rarezas de su casero, el señor Braulio, y los estrambóticos... Seguir leyendo