Tengo el aura un poco gris
Por entonces las cosas nunca ocurrían como yo imaginaba. Y menos mal, porque yo tengo una imaginación catastrófica.
Por eso, por mi imaginación catastrófica, no me gustaba nada cuando llegábamos a ese tramo de curvas que hay yendo al pueblo de los abuelos. Mi madre tomaba la primera curva, siempre más rápido de lo que decía la señal, y ya estaba yo pensando en la catástrofe.