Después de ¡Muchas felicidades, Brunilda!, nos encontramos con un nuevo y divertido álbum ilustrado de esta bruja y su gato. En esta aventura los problemas surgen con uno de los regalos recibidos por su cumpleaños, una alfombra voladora que no sabe manejar. Como en otras aventuras, utilizando la magia, resuelven todos los problemas. La historia se apoya en ilustraciones humorísticas llenas de detalles, que aportan dinamismo a los textos y proporcionan más información al lector.Después de ¡Muchas felicidades, Brunilda!, nos encontramos con un nuevo y divertido álbum ilustrado de esta bruja y su gato. En esta aventura los problemas surgen con uno de los regalos recibidos por su cumpleaños, una alfombra voladora que no sabe manejar. Como en otras aventuras, utilizando la magia, resuelven todos los problemas. La historia se apoya en ilustraciones humorísticas llenas de detalles, que aportan dinamismo a los textos y proporcionan más información al lector.
La alfombra voladora de Brunilda
La bruja Brunilda estaba muy ocupada escribiendo cartas. Eran cartas de agradecimiento por sus regalos de cumpleaños. Solamente le quedaba una, la más difícil. Sus hermanas –Belinda, Brunela y Venidla– le habían regalado una alfombra voladora. Brunilda siempre había querido tener una alfombra voladora. Pero aquella alfombra voladora había sido una decepción. En realidad, era un desastre.