La escritura de Ignacio Sanz se caracteriza por su cadencia y oralidad, combina la frescura y proximidad con un fuerte arraigo local. En sus obras resuenan acontecimientos, personajes e historias que provienen de un pasado reciente y que, de otro modo, pasarían inadvertidos. El pinsapo de la plaza no es una novela juvenil al uso. En primer lugar por su tema: la muerte de un árbol y su impacto en el pueblo en cuyo centro crecía. Luego por su narradora: la secretaria del Ayuntamiento. Además, por los vericuetos que experimenta la trama. Y, sin embargo, constituye una recomendable lectura que se imprime en la memoria del lector.
La escritura de Ignacio Sanz se caracteriza por su cadencia y oralidad, combina la frescura y proximidad con un fuerte arraigo local. En sus obras resuenan acontecimientos, personajes e historias que provienen de un pasado reciente y que, de otro modo, pasarían inadvertidos. El pinsapo de la plaza no es una novela juvenil al uso. En primer lugar por su tema: la muerte de un árbol y su impacto en el pueblo en cuyo centro crecía. Luego por su narradora: la secretaria del Ayuntamiento. Además, por los vericuetos que experimenta la trama. Y, sin embargo,... Seguir leyendo
El pinsapo de la plaza
La noche del lunes 7 de marzo de 2005, entre las cuatro y las cinco de la madrugada, se desató un huracán inesperado que sembró la inquietud entre las gentes de Montesino.
El viento bufó con la furia salvaje de una manada de animales que huyeran heridos. Como consecuencia de aquellas ráfagas violentas, varias planchas metálicas de la techadumbre de un corralón de vacas de ordeño, situado en las afueras del pueblo, fueron arrancadas de cuajo y volaron como un pájaro de aleteo torpe. Unas chocaron contra las sepulturas del cementerio; otras, contra la pared frontal del viejo aserradero de maderas.