Un primer acercamiento al tiempo físico a través del personaje protagonista. Una niña que cuando busca el frío para patinar se encuentra con que acabó el invierno, y al volar su cometa en otoño, el viento se para de golpe. Jugando con una versificación sencilla, unas ilustraciones de corte realista y ciertos toques de humor, el lector, acompañado de un adulto, comienza a conocer alguna de las características de las cuatro estaciones.
Un primer acercamiento al tiempo físico a través del personaje protagonista. Una niña que cuando busca el frío para patinar se encuentra con que acabó el invierno, y al volar su cometa en otoño, el viento se para de golpe. Jugando con una versificación sencilla, unas ilustraciones de corte realista y ciertos toques de humor, el lector, acompañado de un adulto, comienza a conocer alguna de las características de las cuatro estaciones.
Ina
–¡Me aburro en casa! –se queja Ina al despertar–. Aunque llueva, prefiero mil veces salir a pasear.
–¡Qué frío hace! Seguro que nevará. Pero a Ina le apetece patinar.
Cuando llega, un sol radiante luce en el cielo:
–Lo siento, Ina, pero ya paso el invierno.
Una brisa cálida anuncia la primavera.
¡Que bien se lo pasa Ina jugando en la pradera!