Como experto contador de los cuentos que escuchó en su infancia en Camerún, el autor plasma en el papel este relato de la tradición bantú conservando el ritmo de la oralidad. La enseñanza vertida en esta fábula –la necesidad de compartir– se transmite a través de los animales salvajes de aquel entorno africano, tan atractivos para nosotros por lo ajenos. Las ilustraciones, de colores intensos y cálidos, recuerdan a los diseños de las máscaras rituales africanas, que parecen cobrar vida llenando la página. Kalandraka recupera este exquisito texto, reconocido en diversos festivales y congresos durante la década anterior (Mención especial Premio Città di Bella, Premio FNLIJ Brasil, Premio Fundación CJ de Cultura en Corea...)
Como experto contador de los cuentos que escuchó en su infancia en Camerún, el autor plasma en el papel este relato de la tradición bantú conservando el ritmo de la oralidad. La enseñanza vertida en esta fábula –la necesidad de compartir– se transmite a través de los animales salvajes de aquel entorno africano, tan atractivos para nosotros por lo ajenos. Las ilustraciones, de colores intensos y cálidos, recuerdan a los diseños de las máscaras rituales africanas, que parecen cobrar vida... Seguir leyendo
El león Kandinga
Había una vez, hace muchos años, un león llamado Kandinga.
Era el león más poderoso y también el más malvado.
Su maldad era tal que no dudaba en devorar a sus amigos para saciar el hambre. Por eso acabó solo.
Sus amigos, su mujer y sus hijos le abandonaron.
Un día, Kandinga estaba durmiendo a la sombra de un baobab, cuando se presentó la libre y, al observar el lamentable aspecto del león, le dijo:
–¿Qué te pasa, amigo Kandinga? ¡Estás muy triste y flaco!