Relato realista de gran eficacia por la naturalidad y el verismo con el que se presenta uno de los acontecimientos más felices y en ocasiones dramáticos en la vida de todo niño: el nacimiento de su primer hermano. Neira ha construido con maestría un personaje protagonista, Violeta, que permitirá a los pequeños lectores identificarse con él y, como en un espejo, ver reflejadas muchas de las sensaciones, emociones y preocupaciones que les sacudieron cuando pasaron por una situación vital similar.
Relato realista de gran eficacia por la naturalidad y el verismo con el que se presenta uno de los acontecimientos más felices y en ocasiones dramáticos en la vida de todo niño: el nacimiento de su primer hermano. Neira ha construido con maestría un personaje protagonista, Violeta, que permitirá a los pequeños lectores identificarse con él y, como en un espejo, ver reflejadas muchas de las sensaciones, emociones y preocupaciones que les sacudieron cuando pasaron por una situación vital similar.
Violeta no es violeta
Violeta no es violeta. Pero lo fue una vez. O eso le han contado.
Fue violeta la primera hora de su vida, apenas después de nacer. Claro está, ella no se acuerda de eso. Pero hay cosas que no tenemos que recordar por haberlas vivido nosotros. Basta que hayan sido vividas intensamente por alguien cercano que nos lo pueda contar después, para que ese recuerdo ajeno pase a convertirse en un recuerdo propio.
Violeta no recordaba haber sido violeta. Pero su padre, sí.