La reina de las pizzas
¡Cuidado Susi! –advirtió Katie a su mejor amiga–. ¡Estás a punto de chocar con el puesto de collares!
Katie y Susi tenían permiso para ir solas al centro comercial del barrio siempre y cuando no se alejaran de «El rincón de las letras», la librería donde trabajaba la madre de Katie.
Susi se desvió a la izquierda.
–Gracias Katie –dijo. ¡Por poco!
–Esta historia tuya de andar marcha atrás no acaba de convencerme... comentó Katie–. Tiene bastante peligro. Podrías hacerte daño, ¿sabes?