Un cuento troquelado que invita al pequeño lector a buscar un escondite para las salchichas del perro Tango. Éste, cuando encuentra el lugar apropiado, descubre que hay alguien escondido que lo observa y tiene que seguir buscando. Al final, cansado de huir del niño, del gato, del mirlo, de la rana y del ratón, decide que el mejor sitio para esconder las salchichas es su propia barriga. Un texto breve, con un lenguaje sencillo y con onomatopeyas de los ruidos que produce cada animal. Para leer y disfrutar en familia. Un cuento troquelado que invita al pequeño lector a buscar un escondite para las salchichas del perro Tango. Éste, cuando encuentra el lugar apropiado, descubre que hay alguien escondido que lo observa y tiene que seguir buscando. Al final, cansado de huir del niño, del gato, del mirlo, de la rana y del ratón, decide que el mejor sitio para esconder las salchichas es su propia barriga. Un texto breve, con un lenguaje sencillo y con onomatopeyas de los ruidos que produce cada animal. Para leer y disfrutar en familia.

¡Salchichas!

Tango tiene una sabrosa ristra de salchichas.
«¡Ñan-ñam!», piensa, relamiéndose. «¡Qué bien me lo voy a pasar con ellas!»
Pero ahora Tango no tiene hambre.
«Me dejaré las salchichas para más tarde», piensa.
Tango se aleja hasta donde están las flores, al fondo del jardín. No le permiten hacer agujeros, así que no puede enterrar sus salchichas.
«Las esconderé detrás de las flores», decide. «Antes comprobaré que nadie me ve...»