Pippo el Loco

¡Un concurso! ¡Un concurso! La noticia se fue propagando por las amplias plazas de Florencia, y recorrió sus estrechas calles. «Para diseñar una cúpula para la catedral», murmuraban las mujeres del mercado entre los hermosos higos de color púrpura. «¡Será más grande que cualquier otra cúpula jamás construida!», rumoreaban las tejedoras mientras tejían con hilos de lana y oro.