Blade, jugando al muerto
El pobre estúpido policía me mira con su cara chata de buldog, mientras yo me pregunto si le hundo mortalmente la navaja o lo dejo vivir. Qué pregunta más difícil.No me gustan las preguntas. Tienen que ver con decisiones, y decidir es un verdadero dolor de cabeza. Me gustan las certezas. Hay que hacer esto, hay que hacer lo otro, sin que haya lugar para dudar. Lo acuchillo de muerte, o lo dejo vivir. Hay que saber lo que uno tiene que hacer. Eso es una certeza.Sólo que no estoy muy seguro en esta ocasión. Sé que quiero clavarle la navaja. Detesto tener que verlo y detesto estar de nuevo en la estación de policía.La navaja está bien oculta en mi calcetín.