El niño Lucas va a contracorriente. Es distraído, no escucha a sus maestros y se viste con cierto desaliño. Pero, curiosamente, le gustan los números, también leer y pintar, aunque lo haga a su aire. Le encanta la ciencia, y la realización de un experimento en el que nadie confía conseguirá que sus maestros comenten que ellos siempre supieron que Lucas llegaría muy lejos. Un relato divertido y lleno de humor en sus ilustraciones que habla sobre la valía de algunos a los que tachamos de diferentes.
El niño Lucas va a contracorriente. Es distraído, no escucha a sus maestros y se viste con cierto desaliño. Pero, curiosamente, le gustan los números, también leer y pintar, aunque lo haga a su aire. Le encanta la ciencia, y la realización de un experimento en el que nadie confía conseguirá que sus maestros comenten que ellos siempre supieron que Lucas llegaría muy lejos. Un relato divertido y lleno de humor en sus ilustraciones que habla sobre la valía de algunos a los que tachamos de diferentes.
Lucas
Lucas era diferente a los demás. Sus maestros decían que era el peor niño de toda la escuela. Siempre llegaba tarde a clase y su aspecto era un poco desaliñado. A veces era desvergonzado. Y no le gustaba hacer lo que le decían. «Ese chico no llegará lejos en la vida», decían sus maestros. Pero Lucas no los escuchaba. Tampoco escuchaba las lecciones.