Muerte en el aire
Sherlock Holmes está a punto de averiguar qué se siente al ver morir a un hombre delante de tus narices. Desde las alturas, enmarcado por la bóveda del Crystal Palace, un hombre cae en picado hacia él, gritando. Al principio, no era más que una pequeña figura que surcaba el aire con elegancia, balanceándose al compás de una banda de música, sin ninguna de esas modernas redes de seguridad debajo de él. Pero, de repente, el hombre ha empezado a caer, y ahora parece cada vez más grande. Tiene la boca y los ojos tan abiertos que Sherlock siente que podría ver en su interior. Monsieur Mercure, la estrella del trapecio, está a punto de perder la vida.