Los Water Greep
Los Water Greep habían llamado a Nelly.
–¡Qué emoción! –exclamó ella, encantada–. ¡Es la primera vez que voy a cuidar a un monstruo en un barco!
–Será mejor que te lleves un poco de comida para peces para dar a los niños –bromeó su padre.
–No... ¡Mejor una caja de gusanos! –dijo Asti con una sonrisita malvada.
–¡O un bote de lombrices! –siguió la broma su madre.
Nelly se recostó en el sillón y los miró a los tres enfurruñada.
–Perdona, Nelly –dijo su madre–. Sólo te estábamos tomando un poco el pelo.