Detrás de cada cosa, hay un monstruo que es el encargado de que este objeto funcione. Los hay que cambian la luz del semáforo y también los que, dentro de la cámara, pinta las fotos mientras sonreímos. Eso lo sabe Farolito porque sólo él es capaz de verlos. Por esta razón, cuando abrió el grifo para lavarse los dientes y no salió ni una gota de agua, Farolito supo enseguida que algo sucedía con el monstruo que habita las tuberías. Gracias a su particular don, Farolito consigue arreglar el problema y, de paso, ayudar a su nuevo amigo. Para la imaginación infantil, lo invisible es un territorio que despierta muchas preguntas y en el que las cosas acontecen de acuerdo a una lógica propia. Este espacio fantástico resulta muy atractivo cuando es tratado en los cuentos infantiles. Y es que, más allá de las fronteras del libro, el universo paralelo que entrevé resulta especialmente magnético e inspirador. Así sucede con la idea de que los monstruos hacen funcionar los objetos cotidianos. Este planteamiento no nos abandona, una vez terminada la lectura de este álbum.
Detrás de cada cosa, hay un monstruo que es el encargado de que este objeto funcione. Los hay que cambian la luz del semáforo y también los que, dentro de la cámara, pinta las fotos mientras sonreímos. Eso lo sabe Farolito porque sólo él es capaz de verlos. Por esta razón, cuando abrió el grifo para lavarse los dientes y no salió ni una gota de agua, Farolito supo enseguida que algo sucedía con el monstruo que habita las tuberías. Gracias a su particular don, Farolito consigue arreglar el problema... Seguir leyendo
Farolito y los seres invisibles
Farolito ve cosas que los demás no vemos... Cuando va por la calle se fija en todo y siempre anda con los ojos bien abiertos. En cualquier esquina, en un portal oscuro, en un banco vacío suele encontrarse con seres muy extraños. Estos seres, según dice Farolito, no son feos ni guapos, simplemente son distintos a nosotros.