Algunos muchachos
El Galgo anunció que a las ocho o nueve de la noche se podrían ver nuevas estrellas. Dijo varios nombre, y Juan los apuntó.
El Galgo repartió los cigarrillos y fumaron los tres, el Galgo, el Andrés y él, Juan. Estaban apoyados en la tapia de los heliotropos, mirándose a veces, de reojo. El Galgo se reía.