Secretos lobunos
–¡Vacaciones!
Jacobo atravesó de un salto la ventana del dormitorio y se deslizó hacia abajo por el tejado de la caseta del jardín. En lo alto del cielo brillaban l luna llena y las estrellas.
–¡Grruau! ¿A qué esperas, Noura?
–¡Aquí estoy!
Con agilidad lobuna, Noura aterrizó a cuatro patas junto a Jacobo, lo miró con una sonrisa de complicidad y juntos echaron a correr hacia el bosque.
–¡Grruau! ¡Qué bonitos son los Pirineos!
Jacobo ya había empezado a transformarse...