Un relato, tan fiel a la realidad que no deberíamos declararlo metáfora, nos habla de un «hombre de gran ingenio» llamado Micromegas. Mide ocho leguas de altura y, tras hacer escala en Saturno, recala en un «pequeño hormiguero», la Tierra. Allí -aquí- encuentra, cómo no, seres poco razonables. Una cuidada edición con magníficas ilustraciones de Carlos Nine hacen que el libro, repleto de ingenio, se convierta en un bello espectáculo para reflexionar y disfrutar por los jóvenes lectores.
Un relato, tan fiel a la realidad que no deberíamos declararlo metáfora, nos habla de un «hombre de gran ingenio» llamado Micromegas. Mide ocho leguas de altura y, tras hacer escala en Saturno, recala en un «pequeño hormiguero», la Tierra. Allí -aquí- encuentra, cómo no, seres poco razonables. Una cuidada edición con magníficas ilustraciones de Carlos Nine hacen que el libro, repleto de ingenio, se convierta en un bello espectáculo para reflexionar y disfrutar por los jóvenes lectores.
Micromegas
En uno de esos planetas que giran alrededor de la estrella Sirio, había un hombre de gran ingenio a quien tuve el honor de conocer en el último viaje que hizo a nuestro pequeño hormiguero; se llamaba Micromegas, nombre muy conveniente a todos los grandes seres. Medía ocho leguas de altura; entendiendo por ocho leguas veinticuatro mil pasos geométricos de cinco pies cada uno. Algunos algebristas, personas siempre útiles a la sociedad, tomarán de inmediato la pluma y descubrirán que dado que el señor Micromegas mide...