Muchas veces las diferencias nos alejan de los demás: a pesar de que tengamos cosas en común, parece que pesa más lo que no es compartido. Un perro y un gato, tan diferentes en apariencia, descubren que están muy bien juntos, disfrutando de una sociedad bien avenida que derrumba muchos tópicos. El relato propone una metáfora de la vida que refleja la necesidad que tenemos todos de estar en compañía, encontrarnos a gusto con los otros y ser capaces de hacer sentir bien a los demás con nuestros gestos y atenciones, además de reivindicar la importancia del juego y la necesidad de pedir perdón para crear un clima de armonía. Las imágenes, sencillas, esquemáticas y de aire infantil, refuerzan estos valores.
Muchas veces las diferencias nos alejan de los demás: a pesar de que tengamos cosas en común, parece que pesa más lo que no es compartido. Un perro y un gato, tan diferentes en apariencia, descubren que están muy bien juntos, disfrutando de una sociedad bien avenida que derrumba muchos tópicos. El relato propone una metáfora de la vida que refleja la necesidad que tenemos todos de estar en compañía, encontrarnos a gusto con los otros y ser capaces de hacer sentir bien a los demás con nuestros gestos y... Seguir leyendo
Un perro y un gato
Un perro y un gato se conocieron.
El perro dijo: ¡Guau! El gato dijo: ¡Miau! Pero no se entendieron.
El gato ronroneó, frotándose contra el perro. El perro movió la cola y lamió al gato. Los dos sonrieron.
Comenzaron a jugar al perro y al gato. El gato corría y el perro lo perseguía. Era divertido.
El perro atrapó al gato, le plantó sus patas encima y sacó los dientes. El gato, atrapado debajo del perro, sacó las uñas.
El perro gruñía. El gato bufaba...