Aprendiendo a mirar un cuadro
Los cuadros de este libro cuelgan de las paredes de la National Gallery, en Londres, pero pertenecen al público y cada año los visitan miles de personas de todos los rincones del mundo. Como toda obra de arte, se requiere tiempo para ver bien un cuadro y, cuanto más lo hacemos, más preguntas nos surgen sobre lo que tenemos ante nuestros ojos.
Muchos de ellos han sufrido daños con el tiempo y han perdido algunos detalles. ¿Qué les ha pasado? ¿Cómo es que en algunos de ellos los artistas logran dar la impresión de una gran profundidad y distancia y en oros consiguen que los colores bailen en la superficie?