Andrés Guerrero escribe e ilustra la historia de un fantasma que descubre que, a pesar de su apariencia, hay cuestiones inherentes al hecho de ser un fantasma a las que no puede renunciar como es dar sustos. La historia, que pretende desmitificar la figura del fantasma haciéndole sentir dudas relacionadas a sus habilidades e intereses, pertenece a la serie Estos monstruos no dan miedo. Las ilustraciones aportan ritmo al texto apoyando la lectura de quienes se animan a dar sus primeros pasos como lectores autónomos.
Andrés Guerrero escribe e ilustra la historia de un fantasma que descubre que, a pesar de su apariencia, hay cuestiones inherentes al hecho de ser un fantasma a las que no puede renunciar como es dar sustos. La historia, que pretende desmitificar la figura del fantasma haciéndole sentir dudas relacionadas a sus habilidades e intereses, pertenece a la serie Estos monstruos no dan miedo. Las ilustraciones aportan ritmo al texto apoyando la lectura de quienes se animan a dar sus primeros pasos como lectores autónomos.
Solo, el fantasma
Solo es un fantasma. Y hoy es su cumpleaños. Por eso sus papás le han hecho un regalo especial. ¿Una casa? -¿Una casa? ¿Para mí solo? ¿Para qué quiero yo una casa para mí solo? Además… tan vieja. -Para vivir en ella. -Ya eres mayorcito, tienes doscientos años y tienes que vivir solo en un frío caserón, arrastrar cadenas y asustar a las personas. Eso hacen los fantasmas.