Hilarante texto en que se cuenta, mediante versos, la rutina y los hábitos de una planta carnívora que disfruta intensamente de su cruel comportamiento. La figura del mal que Tita encarna es uno de los arquetipos de la literatura infantil: el antagonista que tiene algo de fascinante, acaso el placer con que se hace cargo de su destino. Por otra parte, las ilustraciones son de excelente nivel y están en limpia sintonía con la graciosa oscuridad de los versos. Juntos, ambos planos garantizan una experiencia de lectura satisfactoria.
Hilarante texto en que se cuenta, mediante versos, la rutina y los hábitos de una planta carnívora que disfruta intensamente de su cruel comportamiento. La figura del mal que Tita encarna es uno de los arquetipos de la literatura infantil: el antagonista que tiene algo de fascinante, acaso el placer con que se hace cargo de su destino. Por otra parte, las ilustraciones son de excelente nivel y están en limpia sintonía con la graciosa oscuridad de los versos. Juntos, ambos planos garantizan una experiencia de lectura satisfactoria.
Tita, la planta maldita
Desde tierra pantanosas, me presento, mi nombre es Tita. No soy un ser cualquiera, soy la planta maldita.