La ratita presumida
Había una vez una ratita que todas las mañanas barría su casita y el portal. Y siempre que barría, cantaba: Lan, larán, larita... barro mi casita... Un día que estaba barriendo su casita, se encontró una moneda de oro... Y pensó... Me compraré, me compraré... ¡muchas golosinas! No, no, no, que me llamarán golosa. Me compraré, me compraré... ¡una gorrita! No, no, no, que me tapará las orejitas. Entonces... ¡me compraré un lacito!